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ÍNDICE DEL LIBRO
– ¿Dónde escondieron la felicidad?
– ¿Por qué aprender a meditar?
– ¿Cómo empezar a meditar?
– Tipos de meditación: meditación vipassana, meditación budista, meditación trascendental, meditación zen…
– Técnicas de meditación
– Los 9 niveles de la meditación
– Antar Mouna o silencio interior
– Concentración o Trataka
– Meditación y conciencia testigo
– Relajación
– Yoga Nidra
– Yoga del sonido (Nada Yoga y Mantras para meditar)
– Respiración y Pranayama
– Mindfulness o cómo disfrutar de la vida
– Estado de flow
– Haz que suceda
Un pequeño adelanto…
Estaban los dioses de la antigüedad afanados diseñando el mundo cuando, para finalizar su gran obra, les llegó el turno de la creación del ser humano.
Decidieron hacer al hombre a su imagen y semejanza. El ser más perfecto y querido de toda su creación. Su obra maestra.
Le otorgaron todo cuanto otros seres podían desear: prendieron en él la chispa de la razón, le otorgaron el fuego de la voluntad, le dieron libertad, amor por la verdad, capacidad de enamorarse…
Pero estuvieron de acuerdo en que los hombres no podían tenerlo todo, pues entonces se convertirían en otros dioses. No habría nada que les diferenciara de ellos.
Y en la asamblea de dioses convinieron en que lo mejor era esconder el bien más preciado, el secreto de la existencia, aquello que haría que sus vidas tuvieran sentido, en un lugar en el que al hombre le fuera difícil encontrarlo:
Decidieron que debían ocultar las llaves de la felicidad.
Algunos decían: “debemos ocultar la felicidad en el fondo del océano“. “¡No! -decían otros- porque les hemos dado la inteligencia y con sus avances científicos y tecnológicos habrá un momento en que conquisten el fondo de los mares y las encontrarán fácilmente.”
Hubo otras muchas más propuestas: en el interior de un volcán, debajo de todas las rocas de la tierra, incluso en otros mundos… pero el hombre siempre sería capaz de encontrarlas.
Hasta que finalmente uno de los dioses más sabios y expertos dijo:
“Vamos a esconderlas en un lugar que el hombre nunca podrá imaginar. Un lugar donde por más que busque tardará en encontrar, el lugar más recóndito de todo el Universo y donde el hombre tardará más en buscar”.
-¿Cuál es ese lugar? – preguntaron los demás.
-“Esconderemos las llaves de la felicidad en el interior del hombre. Estarán tan afanados en buscar la felicidad fuera de ellos que nunca se darán cuenta de que la llevan dentro.”
Y así hicieron.