El XIV Dalai Lama ha renunciado voluntariamente a reencarnarse en el futuro, pero otras veces dejó la puerta abierta. ¿Será el último Dalai Lama?

El Dalai Lama es el líder religioso del budismo, una reencarnación de Avalokiteśvara según la Tradición budista tibetana. Era el líder del Gobierno tibetano en el exilio hasta que cedió ante la presión de China. Ambas responsabilidades eran las propias de un cargo que existe desde hace más de 600 años y que ahora no se sabe a ciencia cierta si continuará.

Él se define como un «simple monje budista», pero no lo es. Tiene cuentas de Twitter, Facebook e Instagram, ha sido imagen de Apple y ha dado la vuelta al mundo varias veces en sus viajes, tratando de obtener el apoyo para el Tíbet de potencias internacionales que le han dado la espalda, salvo en raras ocasiones.

Sistema de elección del Dalai Lama

Desde que el 2º Dalai Lama formalizase en 1511 el sistema para elegir –en realidad sería encontrar– al nuevo líder, un grupo de regentes acude a un lago tibetano, Lhamo La-tso, a la espera de obtener una indicación sobre la dirección en la que se encuentra la nueva reencarnación.

Por ejemplo, Reting Rinpoche, el regente tras la muerte del 13º Dalai lama, aseguró haber tenido una visión: un monasterio con el techo dorado y verde, y tres letras tibetanas.

Tras encontrar un candidato, al niño se le somete a pruebas de inteligencia y se le ofrecen varios objetos, algunos de los cuales fueron propiedad de la anterior reencarnación. Si elige los correctos, los monjes de orden Gelugpa lo interpretan como una señal más de que se trata de la verdadera reencarnación. Si solo hay un niño, lo presentan a otros monjes para que lo confirmen como el nuevo Dalai Lama.

El «problema» surge cuando hay más de un candidato. Lo que se hace es apuntar el nombre de los candidatos en una urna de oro y realizar un sorteo público. La República Popular China afirma que este sorteo es el adecuado y se reserva el derecho a celebrarlo, algo que no comparten los budistas (el primero de ellos, el actual líder religioso).

Habrá uno, dos o ninguno

Tenzin Gyatso, el actual líder tibetano, teme que haya división en el budismo. Cree que China elegirá al sucesor, como hizo con el Panchem Lama (la segunda figura en importancia en esta religión), que también se reencarna, por lo que así se entienden algunas declaraciones del «Océano de Sabiduría».

«La institución del Dalai Lama ya ha cumplido su propósito. Si no es necesaria, eliminémosla».

Según la tradición budista es el Dalai Lama quien decide reencarnarse o no, y en qué lugar. Gyatso tiene claro que si se reencarna, será en una parte de la India fronteriza con Tíbet donde hay una mayoría de esta religión. Así trata de asegurarse de que su sucesor no lo elija China, pero no lo conseguiría porque China elegiría otro. En ese caso habría dos Dalai Lama.

Si finalmente elige no reencarnarse, China se opondría (de hecho, lleva tiempo criticando al actual por solo plantear la posibilidad) y ofrecería al único candidato, que los budistas podrían o no aceptar, al menos los que residen en la India y otros países. En ese caso habría un solo Dalai Lama.

Una tercera opción, la menos probable en mi opinión, es que no haya anuncio de la reencarnación por ninguna de las dos partes. No sería definitiva porque con el tiempo se podría comunicar públicamente que sí la hubo, pero se guardó el secreto por su seguridad.

Declaraciones del Dalai Lama

Aparte de la frase que ya hemos citado (diciendo que la institución del Dalai Lama ya ha cumplido su función), otras veces se ha mostrado más explícito y en otras ha dejado abierta la puerta:

– Las religiones tradicionales se desarrollaron en circunstancias feudales. Fueron corrompidas por sistemas jerárquicos y empezaron a discriminar. Los tiempos cambian; tienen que cambiar. Por eso, voluntaria y orgullosamente pongo fin a la institución del Dalai Lama.

– Si viene una mujer dalai lama, entonces esa mujer debe ser muy atractiva [de broma, se ríe]. ¿Por qué no? Las mujeres, biológicamente, tienen más potencial para mostrar afecto y compasión. Por ese motivo, en el mundo actual, con tantos problemas, creo que las mujeres deberían jugar un rol más importante.

– He dicho al pueblo tibetano que depende de ellos decidir si quieren otra reencarnación.  La reencarnación consiste en continuar el trabajo que dejaste inacabado en la vida anterior. Si creen que mi trabajo es importante y relevante, me reencarnaré.

 

El líder político tibetano

Haya o no una reencarnación, aparte de la oficialista china, seguirá habiendo un líder político tibetano. Hace años que Tenzin Gyatso renunció al poder político que tenía el Dalai Lama sobre el Tíbet desde hacía siglos. Lobsang Sangay es el primer ministro del Gobierno del Tíbet en el exilio, por supuesto no reconocido por China.

Ha habido problemas entre grandes personalidades del gobierno en el exilio y su entorno, como cuando uno de los hermanos de Tenzin Gyatso, Gyalo Thondup, acusó al padre de su cuñada de desviar parte del oro y la plata con la que se financian los exiliados.

El futuro político de los exiliados puede estar lleno de división, lo que solo podría solucionar un nuevo Dalai Lama. Pero esa alternativa podría llevar nuevos problemas, especialmente en las relaciones entre China y la Región Autónoma de Tíbet, una parte del actual estado chino, muy preocupado por los futuros pasos de los tibetanos.

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